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José Antonio Pérez Beviá: un buen testimonio de voluntariado

Reproducimos el artículo elaborado por Pilar Moreno Sardá en la página web de la Archidiócesis de Sevilla. Una palabras dedicadas a su marido, feligrés de nuestra parroquia, recientemente fallecido.

 
"Dedicado al voluntariado y a profundizar en diferentes ámbitos de su formación intelectual y espiritual, desde que se jubiló como catedrático de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Córdoba.
 
Tras el fallecimiento de José Antonio, en Sevilla, su ciudad natal, el 26 de abril de 2017, han sido muchas las muestras de condolencia que hemos recibido, esposa y familia, y sobre todo las manifestaciones sinceras de afecto hacia él y de reconocimiento de su labor desde los diferentes ámbitos por los que ha transcurrido su vida: Facultades de Derecho de las Universidades de Sevilla y Córdoba y de otras Universidades españolas, Hermandades y Cofradías de las que era Hermano, personas de varias instancias de la Archidiócesis de Sevilla con la que siempre estaba dispuesto a colaborar, grupos diversos implicados en la tarea de la Parroquia a la que pertenecía, amigos y compañeros de su etapa de voluntariado, Banco de Alimentos primero y desde 2012  Delegación de Sevilla de Manos Unidas y otros muchos amigos.
 
Todo ello nos ha reconfortado y queremos manifestar nuestro más sincero agradecimiento.
 
José Antonio fallece en su domicilio familiar, junto a su esposa, bajo la mirada y protección del Santísimo Cristo del Calvario y de Nuestra Señora de la Presentación, y de Nuestra Señora del Amparo, de cuyas hermandades era hermano. Ambas con sede en la Real Parroquia de Santa María Magdalena, a la que estaba vinculado por tradición familiar desde su infancia y de la que era feligrés.
 
Su muerte fue tranquila y serena. En paz con El Señor Misericordioso con la intercesión de la Virgen María. Reconciliado consigo mismo y con los demás. Lo reflejaba su rostro y las vivencias de la última etapa de su vida.
 
José Antonio, con independencia de que sea merecedor de tanto reconocimiento, ha tenido la suerte de estar rodeado de “Grandes Personas”, que le han ayudado a salir adelante, con su acompañamiento silente y sus oraciones, desde que en noviembre del pasado año tuvo una parada cardiaca, de la que salió con inmenso entusiasmo por no abandonar en su intento de hacer cosas por los demás y de mejorar su vida y su formación, hasta el mismo día de su fallecimiento.
 
Este reconocimiento nos ha llevado a reflexionar y a dejar constancia de que hay muchas personas a nuestro alrededor entregadas a los demás, que estarán siempre en el anonimato, y que son tan merecedoras, incluso más, del reconocimiento que ha tenido José Antonio.
 
A estas personas, que no son pocas, nuestro ánimo y nuestras oraciones para que sigan trabajando desinteresadamente, sin más recompensa que llegar al Descanso Eterno en paz y reconciliadas consigo mismo y con los demás, como José Antonio".

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