El Primitivo Templo Parroquial
Historia
Siguiendo el modelo de acontecido con otras iglesias en la época fernandina, el antiguo templo parroquial de Santa María Magdalena debió erigirse sobre una vieja mezquita.
En tiempos del rey Pedro I, a consecuencia del fuerte terremoto que sacudió la ciudad en 1355, se reconstruyósiguiendo el estilo gótico-mudéjar similar a las otras iglesias de la ciudad como, por ejemplo, Omnium Sanctorum o San Gil.
En una descripción muy posterior se nos dice que el templo “era medianamente grande, y techumbre de madera, con tres naves, la del medio era muy ancha en proporción de las otras. La capilla mayor era de piedra con bóveda al estilo gótico. El altar principal que se elevaba sobre presbiterio de gradas de mármol blanco, era del gusto plateresco, lleno de follajes y adornos, habiendo quitado para colocarlo el bellísimo que había á principio del siglo de 1700” (FÉLIX GONZÁLEZ DE LEÓN, Noticia artística de la ciudad de Sevilla. 1844).
En este templo, el 1 de noviembre de 1755, se estaba celebrando la novena a la Virgen del Amparo cuando, sobre las diez de la mañana, las réplicas del terremoto de Lisboa llegaron hasta nuestra ciudad dañando más de 5.000 casas y sufriendo desperfectos la catedral y varias iglesias y conventos. Ni el templo ni la feligresía de Santa María Magdalena sufrieron ningún daño, lo que se interpretó como protección del Patrocinio de la Virgen.
Como recuerdo del emplazamiento de la primitiva parroquia, queda en la plaza homónima una lápida que señala: “Juan Martínez Montañés yace sepultado en esta plaza, antigua iglesia parroquial de Santa María Magdalena y tuvo el taller de sus famosas esculturas en casa cercana a dicho templo. La Academia de Bellas Artes de Sevilla de Santa Isabel de Hungría dedicó este homenaje a la memoria del insigne imaginero en el año del Señor de 1957”. El insigne escultor fue feligrés de la misma (vivió en la antigua calle de la Muela, hoy O’Donnell) y en ella contrajo matrimonio en segundas nupcias.
Félix González de León señala que hubo en ella muchos insignes patronatos y enterramientos, ya entonces irreconocibles aunque destaca la del notable escritor hispalense Abad Gordillo, fallecido en 1644.
También en ella recibió el bautismo Bartolomé Esteban Murillo como queda reflejado en la placa situada actualmente sobre la pila bautismal, traída del antiguo templo parroquial: “El día 1 de enero del año del Señor de 1618, recibió las regeneradoras aguas del Santo Bautismo en esta pila, colocada entonces en la hoy destruida iglesia parroquial de Santa María Magdalena, el pintor de los cielos Bartolomé Esteban Murillo. La Real Academia de Bellas Artes colocó esta lápida en el centenario III de tan fausto acontecimiento”.
Durante la invasión napoleónica se transformó la ciudad ensanchando calles y abriendo nuevas plazas, normalmente a costa de conventos e iglesias. Así en 1811 se derribó el antiguo templo para hacer la actual plaza de La Magdalena. Ese mismo año la parroquia se trasladó a la Iglesia del convento de San Pablo el Real pero, tras ser parcialmente reedificada, en 1817 volvió a su antiguo templo. Tras ser derruida definitivamente en 1842, la parroquia se instala definitivamente en el templo actual tras la desamortización del convento dominico por Mendizábal.
Entre los elementos que proceden del desaparecido templo parroquial puede contarse, además de la pila bautismal, la imagen de Santa María Magdalena de Felipe Malo de Molina y, probablemente, la escena de la Magdalena y las santas mujeres junto al ángel en la mañana de la Resurrección, que formaría parte de primitivo retablo mayor.