En los muros laterales del presbiterio de la capilla mayor se disponen estos dos enormes lienzos que tienen en común su temática veterotestamentaria y la espectacularidad y aparatosidad de los fondos arquitectónicos que sirven de escenario a los episodios representados, cuya lectura iconográfica referencia el esfuerzo de los dominicos por asemejar la reconstrucción de su convento con hechos bíblicos como los señalados a continuación.
El primero de ellos, David and the transfer of the Ark of the Covenant, muestra un instante de la procesión que el citado rey organizó para el traslado de los elementos que conformaban el Tabernáculo sagrado del pueblo de Israel: el Arca de la Alianza –a hombros de los levitas–, el Candelabro de los Siete Brazos y la Mesa del Pan de la Presencia o Proposición. Según el Libro II de Samuel, 6, 14-15: “David bailaba ante el Señor con todas sus fuerzas; llevaba ceñido un efod de lino. Así David y toda la casa de Israel trasladaron el arca del Señor en medio de aclamaciones y del sonido de trompetas”. Lucas Valdés lo representa ataviado con suntuosos ropajes y tañendo la lira, mientras avanza danzando acompañado por cuatro mujeres vestidas con túnicas de enorme interés por sus detalles y movimientos. Además de eso, el artista introduce grupos de personajes contemplando la procesión para completar la composición, caso de unos individuos curiosos sentados en las gradas del templo, acompañados por un perro y una manada de reses domésticas.
El otro, La reconstrucción del templo de Jerusalén en tiempos del profeta Ageo, ofrece una composición análoga al anterior: en el reconstruido templo de Salomón el pueblo de Israel, vuelto del exilio en Babilonia, rinde de nuevo culto a Dios por medio de holocaustos. Ageo, profeta hebreo, y exhortador, junto a Zacarías, en la pretensión de reanudar las obras de reedificación templarias, aparece a la derecha ataviado con las prendas sacrificiales y dirige la oración de los que, de rodillas y en diversas actitudes, rezan ante el altar de la ofrenda. En segundo plano puede apreciarse cómo la procesión del Arca de la Alianza hace su entrada en el recinto sagrado a través de un vano rematado por un frontón semicircular entre dos grandes columnas.
Álvaro Cabezas García