Continúa durante el verano la intervención en la Nave del Evangelio, que está realizando el equipo de restauradores liderado por Carlos Peñuela y que está previsto que ocupará hasta el otoño.
En lo concerniente a los muros y bóveda, se está procediendo a la limpieza de los mismos, atendiendo en particular a los elementos ornamentales, tanto en pintura como en yeserías, destacando los espacios decorados con oro fino, que van recuperando sus brillos originales.
Una vez que se procedió a la reapertura del vano, el espacio se ha llenado de luz. En breve será colocada la vidriera, que contribuirá a tamizar la claridad. También están concluyendo las tareas en cuanto a la decoración de alrededor del ventanal.
Los dos miembros del apostolado que recubren los pilares de la parroquia, en este caso San Pedro y San Andrés, están recibiendo los primeros tratamientos de limpieza, a través de una serie de catas, para proceder a su completa restauración.
Por otra parte, el lienzo dedicado a la Aparición de la Virgen María a San Isidoro, está en estos momentos en pleno proceso del entelado, fundamental para su mejor conservación.